Los lémures son animales que a simple vista se observan como seres de alimentación ligera, probablemente porque la mayor parte de su tiempo la pasan rodeados de frondosos árboles frutales y abundante vegetación de todo tipo.
Generalmente todas las especies de lémur comen alimentos similares, pero hay ciertos tipos de comida que son específicos para algunos de ellos, ya sea por la facilidad para capturarlos, por la disponibilidad relacionada con el área geográfica o por la estación del año.
Algunas especies muestran hábitos omnívoros y otras se inclinan más por la dieta herbívora.
Según las observaciones científicas, las especies de menor tamaño son más aficionadas a las frutas e insectos, por lo que se pueden denominar como omnívoros, a diferencia de los tipos más grandes de lémur que ingieren más cantidades de materia vegetal, y por lo tanto se les clasifica como herbívoros. Esto para nada se da de manera estricta; cuando un lémur necesita alimentarse y la disponibilidad de alimentos es escasa, sus preferencias alimenticias se adaptan a cualquier cosa sin importar su tamaño corporal.
Entre los alimentos más predilectos de los lémures están los insectos, hojas, frutas, semillas, cortezas, flores, pulpas y savia. Beben el agua acumulada en las plantas o en cavidades de los árboles.
Algo que puede sorprendernos es el tipo de dieta del lémur ratón gris (Microcebus murinus), pues este pequeño animal de apariencia noble y totalmente herbívora, en realidad es un asiduo consumidor de insectos y pequeños invertebrados como camaleones y lagartijas, pero no solo eso, también disfrutan las secreciones dulces que algunas larvas de insectos producen naturalmente y por supuesto, las habituales flores y frutas.
Algunas especies han creado mecanismos de defensa en sus organismos que les permiten digerir sin problema componentes que resultarían fatales para otros tipos de animales. Un ejemplo de ello podemos verlo con el lémur dorado (Hapalemur aureus) cuyo alimento cotidiano son los brotes de bambú gigante que contienen un bajo porcentaje de cianuro, pero que al consumir en grandes cantidades, las porciones incrementan volviéndola una comida altamente peligrosa. También se sabe que otros lémures comen hiedra venenosa, vegetación que ocasiona inflamación y dermatitis en los seres humanos.
Ciertos lémures comen hiedra venenosa, vegetación que ocasiona inflamación y dermatitis en los humanos.
La dentadura de los lémures proviene de denticiones de primates ancestrales pero ciertas especies presentan marcadas diferencias de acuerdo con lo que comen. La gran mayoría de ellos posee dientes largos y delgados con leve separación entre cada uno y en forma de peine. A los lados muestran dos colmillos aislados con punta redondeada. La dentadura les permite arrancar las semillas grandes de ciertos frutos así como hojas gruesas.
El esmalte que recubre cada uno de sus dientes es delgado comparado con otros primates de mayor tamaño, por lo que sufren de mayor desgaste ante el continuo uso para el aseo de su pelaje y la alimentación de cortezas y otros alimentos que requieren de mayor uso de la dentadura.
Les gusta disfrutar su alimento sin prisa, pues se toman su tiempo para masticar y tragar.
Si pensabas que otros animales no podían tener caries te diremos que no es así. Cuando los lémures prueban continuamente alimentos no nativos o de los que no están acostumbrados, pueden generar estos molestos trastornos dentales.
¿Has visto cómo comen? Los lémures utilizan sus manos para sostener su alimento, tal como los otros primates. Pueden comer en posición sentada y manteniendo la espalda recta mientras se mantienen alerta de lo que ocurre a su alrededor. Les gusta disfrutar su alimento sin prisa, pues se toman su tiempo para arrancar, observar, masticar y tragar. A diferencia de otros mamíferos quienes ingieren enormes porciones de su comida, los lémures lo hacen poco a poco en pequeñas cantidades hasta finalmente quedar satisfechos.
Tienen bajas tasas de metabolismo basal que los ayuda a mantenerse con vida en las etapas difíciles de sequías y escasez de alimentos. Antes de la llegada de estas temporadas, acumulan grasa en la base de la cola y patas traseras con el fin de que su mismo cuerpo se nutra de las reservas. Para ese entonces tienen el doble de su peso.